Después de realizar la plantación de los árboles más idóneos que son: la encina y el roble, pasados entre 5 y 7 años se recolectan las primeras trufas.
La recolección de la trufa, se realiza con la ayuda de nuestros perros, seleccionados entre los que demuestran las mejores cualidades, óptimas condiciones físicas y un intenso entrenamiento.
El proceso de desarrollo, cuidado, mantenimiento y extracción es completamente artesanal en todos los aspectos. Las trufas son recogidas del terreno con la mayor delicadeza por profesionales con amplia experiencia en el sector.
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